Mi primer embarazo: Begoña que nacería en Madrid, por aquello de ser la primera hija, la primera nieta, la primera sobrina... la foto está tomada en San Fernando, frente al Tercio Sur, un día que papá estaba de guardia y fui a pasar la tarde con él. Dos meses antes de nacer Begoña.
Mi segundo embarazo: María. Algo curioso que recuerdo del parto de María, es que como ya tenía la experiencia del primero, cuando empecé con los dolores me fui a la peluquería, en San Fernando, y le dije a mi peluquero que me atendiera la primera porque estaba de parto. En nada ya estaba de vuelta en mi casa y preparándome para ir al Hospital de San Carlos, donde luego nacísteis seis más.
un día antes del nacimiento de Julio. En la playa del Puerto de Santamaría, con Begoña, María y la silueta cortada de la abuela Pilar.
Esperando a Sara en el parque de San Fernando. Lo que está torcido es la foto, no nosotros
Daniel y yo tomando el sol en la playa de Torregorda (San Fernando), cinco días antes de su nacimiento.
Una semana antes de nacer Raquel. Con Julito, En una excursión a Chiclana
Embarazo de Esther, con Raquel disfrutando en la playa de San Fernando
A punto de nacer Bernardo (Yayo), el octavo fruto de mis entrañas que fue el embarazo que más agotada me tuvo.
Borja y Tamara, tenéis que perdonarme porque después de Yayo perdí las ganas de retratarme en los siguientes embarazos. Ahora lo siento muchísimo porque creo que es un testimonio muy bonito. ¡¡Perdonarme!!
un día antes del nacimiento de Julio. En la playa del Puerto de Santamaría, con Begoña, María y la silueta cortada de la abuela Pilar.
Esperando a Sara en el parque de San Fernando. Lo que está torcido es la foto, no nosotros
Daniel y yo tomando el sol en la playa de Torregorda (San Fernando), cinco días antes de su nacimiento.
Una semana antes de nacer Raquel. Con Julito, En una excursión a Chiclana
Embarazo de Esther, con Raquel disfrutando en la playa de San Fernando
A punto de nacer Bernardo (Yayo), el octavo fruto de mis entrañas que fue el embarazo que más agotada me tuvo.
Merendando con mis padres
Borja y Tamara, tenéis que perdonarme porque después de Yayo perdí las ganas de retratarme en los siguientes embarazos. Ahora lo siento muchísimo porque creo que es un testimonio muy bonito. ¡¡Perdonarme!!
